Suele tomar tiempo y esfuerzo hallar a la persona correcta que lleve adelante tu ansiado proyecto de construcción o remodelación de la manera indicada. Pero no desesperes todavía: si sigues estos consejos pronto podrás disfrutar de tu nuevo hogar sin dolores de cabeza innecesarios.

Pide referencias

Hallar un contratista a través del “boca a boca” es uno de los mejores métodos para dar con alguien cumplidor, tratable y bien profesional. Pregunta a tus amigos, parientes y compañeros de trabajo siían a contratar al suyo volver nuevamente.

Presta atención a sus credenciales

Una vez que tengas las recomendaciones en la mano, realiza una investigación preliminar a través de llamadas telefónicas o visitas a las páginas web los potenciales contratistas y averigua si tienen todas las cualificaciones y licencias necesarias, si poseen las designaciones de las asociaciones o consejos profesionales de la zona, y si han superado las rigurosas pruebas que ciertos municipios realizan para que ellos puedan obtener ciertas certificaciones específicas.

Entrevista a los candidatos

Si tienes demasiados, reduce la lista de candidatos y establece ciertos encuentros sólo con los más destacados. Intenta reducir tu lista a tres constructores, porque las cosas pueden prestarse a confusión más allá de eso. Cómo un contratista responde a las preguntas que le hagas es muy importante para prever cómo será la comunicación en ambos sentidos. Los candidatos probablemente harán varias preguntas también. Además, elige aquellos que tengan una dirección permanente en la zona y, en lo posible, una oficina o al menos un teléfono fijo.

 

Comprobar sus referencias

Pide ver algunos de sus proyectos y si te agradan llama a los dueños de las casas en las que ellos han trabajado para que te cuenten cómo ha sido todo el proceso y si quedaron conformes: ¿Fue a tiempo y dentro del presupuesto? ¿Habría algo que podría llegar hecho de otra manera?

Pon todo por escrito

No olvides que no podrás reclamar nada que tu constructor no te haya prometido de manera escrita. Algunos contratistas podrían negarse a firmar un contrato escrito, y eso debería ser una señal lo suficientemente fuerte como para hacerte pensar en trabajar con alguno de los otros candidatos de tu lista.