Cuadros muy pequeños

Los cuadros diminutos son tan comunes en la sala como los sofás. Siempre busca cuadros que ocupen la mayoría de la pared y cuelgalos a la altura del ojo. Si no tienes cuadros grandes, instala repisas, un espejo o pinta una pared de acento.

Demasiadas sillas

¿Recibes muchas visitas? No necesitas una cantidad infinita de sillas. Invierte en lugar en un sofá sin brazos, donde más personas se pueden sentar.

No poner una alfombra

Una alfombra, aunque es una inversión, agrega mucho carácter a un espacio. Si quieres agregar color, usa estampados vibrantes, si prefieres un look neutro, escoge una con un material inesperado, para que aporte textura. No compres una alfombra demasiado chica tampoco, esta debe ocupar casi todo el espacio entre los sofás.

No tener opciones de iluminación

No te contentes con la iluminación del techo. Las mesas auxiliares deben tener lámparas, que usarás para leer o crear diferentes atmósferas. En las esquinas usa lámparas de piso. En cuanto a la del techo, considere un candelabro o cambie la lámpara por una que combine con el estilo de su sala.

 

Muchas fotos

Si eres sentimental, probablemente tus repisas y mesas auxiliares están llenas de fotos pequeñas en porta retratos, pero esto no ayuda a tu decoración. Primero que nada, ocupan espacio que necesitas para libros, revistas o vasos de agua. Segundo, hacen que el espacio vea demasiado lleno. En lugar crea álbumes, que puedes poner en la mesa central. Crea un collage de fotos en una pared si te gusta verlas cuando estás en la sala.

Sofás demasiado grandes

Los sofás grandes se pueden ver muy bonitos, en salas grandes. Si la tuya es pequeña, compra un solo sofá de dos plazas y usa dos sillas de acento para completar el juego. O busca sofás minimalistas que no ocupen mucho espacio. Los muebles deben ser proporcionales al espacio, si no el ambiente se ve demasiado pesado y apretado.